Apple y Samsung han
decidido fumar la pipa de la paz. Bueno, más o menos. Tras sus innumerables
idas y venidas en los juzgados por el uso indebido de patentes, ambas compañías
han llegado a un acuerdo por el que se retiran todas las acusaciones judiciales
que actualmente mantienen entre ellas fuera de los Estados Unidos. Esto
significa que cualquiera de los casos que se encontraran en curso en Australia,
Francia, Alemania, Italia, Japón, Países Bajos, Corea del sur y Reino Unido
quedan cerrados para siempre, suponemos que en un intento de acabar con este
sin sentido y de paso ahorrar algo del dinero que se estaban dejando en
abogados a lo largo y ancho del planeta.
No ocurre lo mismo
dentro de EEUU, donde las demandas interpuestas continuarán su curso sin piedad
ni descanso. Mientras que Apple acusa a Samsung de copiar directamente el
diseño de sus iPhones, la firma coreana hace lo propio con los de Cupertino,
afirmando que los de la manzana han utilizado piezas de su tecnología de
transmisión inalámbrica sin su consentimiento.
No es el primer acuerdo
similar que vemos este año. Apple y Google ya acordaron también dejar atrás el
baile de cuchillos en el mundo de las patentes de smartphones, algo que ahora
se extiende a las dos grandes enemigas de siempre. Y eso que parecía que el día
nunca llegaría.
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