
Un equipo de
investigadores de la Universidad Santa Catarina State en Brasil ha creado un
sistema, compuesto por una cámara situada en el salpicadero y un algoritmo, que
promete detectar si estamos hablando por teléfono. El objetivo es enviar una
advertencia al conductor y evitar así un posible accidente.
Los sensores de presencia son
casi un básico en los vehículos de nueva factura. Su propósito es muy variado,
desde determinar la presencia de ocupantes en los asientos para así avisarles
que deben ponerse el cinturón hasta para evaluar la fatiga y evitar distracciones
gracias a sensores capaces de realizar un estudio del parpadeo de los ojos y
los movimientos de cabeza. El siguiente paso podría estar muy claro: evitar
hablar por teléfono sin usar el manos libres, al menos, que para el conductor.
En ALT1040 ya te hemos hablado de
cómo ya hay fabricantes que confían en el reconocimiento facial para realizar
muchas tareas, como arrancar el coche, pero el equipo de Rafael Berri, de la
Universidad Santa Catarina State en Brasil, ha diseñado un algoritmo que permite
saber al coche si estás hablando por teléfono sin emplear el manos libres.
En Estados Unidos existen
estimaciones que afirman que hasta el 85% de los conductores emplea el teléfono
móvil mientras conduce y la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico
cree que hasta el 5% de los automóviles son conducidos durante las horas del
día por personas realizando llamadas.
Esta misma estimación determina
que se emplean hasta 5 segundos en marcar un número de teléfono, lo que
equivale a recorrer una distancia de 140 metros sin prestar atención si
circulamos a 100 km/h. Un dato que es incluso más grave porque el 80% de los
accidentes han sido producidos por conductores que no estaban prestando
atención en los tres segundos antes del choque.
El equipo de Berri se propuso
solventar este problema instalando una pequeña cámara en el salpicadero que se
encarga de analizar el rostro. El software se encarga de procesar las imágenes
en tres pasos:
Primero se localiza al conductor
y se recorta la imagen para mostrar la cara y el área a cada lado de ella. El
objetivo es ver si las manos del conductor se acercan a la oreja.
En segundo lugar se identifica
los píxeles de la piel en la imagen y se evalúa su posición.
Y en tercer lugar se evalúa la
posibilidad de que el conductor se encuentre hablando por teléfono para emitir
una advertencia.
Este algoritmo es capaz de
procesar la información en tiempo real basándose en las imágenes obtenidos de
esta citada cámara, que graba a 15 frames por segundo a una resolución de 320
por 240 píxeles. Cada vídeo se divide en periodos de tres segundos y se
clasifican en función de si el conductor está usando su teléfono o no.
Pero este trabajo de
investigación tiene algunos fallos, como ha explicado el propio Berri, y es que
cuando la luz del sol cae directamente sobre la piel del conductor, la toma de
imágenes no se realiza correctamente y la precisión del algoritmo cae
dramáticamente.
El sistema para advertir al
conductor todavía no está del todo claro y una idea es, si el coche está en
movimiento, que por los altavoces del vehículo emane un sonido que pueda ahogar
la conversación. Quizá es un poco intrusivo, y con un aviso en el cuadro de
instrumentos y un pitido que se hace más presente conforme transcurra más
tiempo, como lo que sucede con el aviso del cinturón de seguridad, sea más que
suficiente.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario