Los de Cupertino
aparcan las peleas legales con Samsung por el momento, para querellarse contra
Ericsson. El motivo de esta nueva demanda no es otra que el elevado precio que
se lleva la compañía de telecomunicaciones sueca por sus patentes relacionadas
con la tecnología LTE.
Parece ser que
estas patentes que tiene registradas Ericsson obligan al pago de un porcentaje
(x) sobre el precio total del smartphone o la tablet por parte del fabricante
del dispositivo, y según Apple este precio es excesivo por ello lo llevan ante
el juzgado de California.
Lo que pretende
Apple con esta demanda a Ericsson, es que la compañía que tiene registradas las
patentes (en este caso Ericsson) se lleve una cantidad justa de dinero por la
tecnología patentada que incorpora el propio chip, y no por el precio final que
acaba teniendo el smartphone o la tablet, que es lo que está cobrando a día de
hoy Ericsson a todas las compañías que fabrican dispositivos móviles con conectividad
LTE.
En la mayoría de
ocasiones en estas demandas entre grandes compañías el usuario no tiene nada
que ganar o perder, pero sería un detalle por parte de los fabricantes
(añadiendo a los chicos de la manzana mordida) que si Apple consigue que el
juez rebaje el coste de estas patentes de Ericsson a los fabricantes de
dispositivos con LTE incorporado, el usuario final lo note también en el precio
final del mismo, pero esto ya es otro tema que no veo del todo claro.
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