
El conflicto
dialéctico que tenemos los usuarios de estas plataformas puede ser bastante
divertido en ocasiones, pero a veces hay que rendirse a la evidencia. La
objetividad en todos los ámbitos de nuestra vida es importante, y no podemos
negar lo obvio, Apple ha logrado algo que cualquier otra marca querría, vender
74,5 millones de unidades registrando un aumento del 46% respecto al año
pasado.
Podemos hablar de
que si fanboys, manzanitas mordidas o lo que sea, pero iOS vende. Algunos
incluso hablarán de que su hardware es superior a cualquier gama alta de
Android –mentira–, pero si comparamos la situación de Apple con la de otras
marcas importantes como HTC, Samsung o Sony, vemos estados de ánimo muy
distintos.
Entonces, ¿cuál es
la fórmula de éxito de iOS? ¿Exclusividad? ¿Hardware puntero? No, nada más y
nada menos que un sistema operativo de calidad y cuidado, donde las
aplicaciones son las verdaderas protagonistas.
Así es, en un mundo
donde el hardware es prácticamente el mismo en todos los dispositivos del
mercado, hay que buscar lo diferente. Que el Samsung Galaxy Note 4 haya sido el
mejor dispositivo Android del 2014 no ha sido gracias a sus características
técnicas, sino porque ha sabido ofrecer algo que ningún otro terminal ha
ofertado, un software que a pesar de tener muchas limitaciones –TouchWiz–, eran
paliadas gracias al uso del S Pen, ofreciendo una experiencia de usuario
inalcanzable en ningún otro dispositivo Android.
Algo similar le ha
sucedido a Apple, a sus iPhone y a iOS. Gracias a una tienda de aplicaciones
restrictiva y exigente, ha logrado ofrecer algo que Android no ha podido, un
ecosistema de aplicaciones casi perfecto. Está claro, el hardware se puede
comprar, pero la calidad de los servicios no, y Google Play está
–lamentablemente– a años luz de la tienda de Apple.
Aplicaciones
chorras, inservibles, algunas incluso con código malicioso, sumado al pasotismo
de Google, todo ello ha ayudado a que proliferen las aplicaciones o servicios
“basura”. Si además añadimos la facilidad con la que se puede piratear en el
sistema de Google –y que cada vez nos cuesta más sacar la cartera–, es normal
que los esfuerzos de muchos de los desarrolladores vayan encaminados a la App
Store.
Por supuesto, todo
esto está cambiando poco a poco. Material Design ha logrado aunar a muchos
desarrolladores y sus aplicaciones bajo una misma interfaz, por lo que cada vez
más servicios siguen el guión marcado por Google. Google Play se acerca en
calidad –en cantidad ya le gana– a iOS y sus aplicaciones y esto es algo
bastante bueno para todos nosotros.
El éxito de los de
Cupertino reside en ofrecer calidad en sus dispositivos, tanto en el exterior
como en el interior. Google quiere ofrecer a sus usuarios dicha calidad con
Android 5.0 y Material Design, algo que verdaderamente nos gusta. A la gente se
le gana por los servicios ofrecidos, no por la cantidad de RAM que tengan sus
dispositivos.
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